García Luna, el final

Fuente: El Economista

28 Enero, 2013
Por Manuel Ajenjo

Interrumpimos este programa para llevarles a ustedes, en la comodidad de sus hogares, la captura del exsecretario de Estado más consentido del sexenio pasado y el más buscado del actual: Genaro García Luna.

Luego de dos meses de permanecer olvidado por sus añorados medios de comunicación, después de 60 días de no ser noticia, aprovechando que su nombre volvió a comentarse a raíz de la excarcelación de Florence Cassez, Genaro García Luna decidió entregarse a las autoridades para “si consideran que soy culpable de cualquier delito, sea yo juzgado y castigado conforme a las leyes de mi país” -esto fue lo que el exsecretario farfulló al decir de los expertos traductores de embrollos lingüísticos en los que suele caer don Genaro-. Los mismos peritos en atropellos verbales aseguraron que el ingeniero hizo una paráfrasis del tema musical que canta la españolita María Isabel al manifestar: “Antes muerto que sin silla” -la de su jefe Felipe Calderón-.

Dispuesto a entregarse -en su balbuceo no se le entendió si vivo o muerto; si en el país o en extranjero- puso como única condición que el operativo de su captura o cacería fuera transmitido por la televisión abierta de costa a costa y de frontera a frontera.

Así pues, amables televidentes, aquí está nuestra transmisión exclusiva con la narración de la valiente periodista Anabel Hernández, quien queda con ustedes.

La crónica

Aficionados que aman la intensidad de la corrupción, aquí estamos instalados para llevarles vía microondas todas las interesantes maniobras mediante las cuales caerá en las redes de la justicia un hombre del que se ha dicho que es experto en crear incendios para luego aparecer como héroe apagándolos: Genaro García Luna. Señora, háblele a su marido. Preparen una botana y disfruten de un espectáculo inédito en la televisión.

Los helicópteros, dotados con las más sofisticadas cámaras y sistemas de transmisión ya están listos y sobrevuelan las propiedades del fundador y director de la AFI -agencia federal de impunidad, perdón, de inteligencia, ya ven que se ha puesto de moda equivocarse con el significado de las siglas-.

Desde el centro de control del operativo estamos en contacto directo mediante el video con las dos residencias, fincadas en un extenso jardín de 2,585 metros cuadrados y con una espléndida alberca, que el exsecretario de Seguridad posee en los lotes número 11, 12 y 13 en la calle de Amate dentro del Fraccionamiento Pedregal de las Fuentes en el municipio de Jiutepec.

También a través de las microondas tenemos imagen de las residencias exclusivas que el señor ingeniero posee en el lujoso Fraccionamiento Jardines de la Montaña, una de ellas en Monte Funiar No. 21 y la otra en Montaña de Omoa No. 17.

Hasta este momento nuestras cámaras instaladas en los aparatos aéreos que revolotean por las casas ya descritas no reportan indicios de movimientos humanos en ninguna de las mansiones que, sólo como un dato adicional, les comentaré a mis amigos televidentes, tienen un costo aproximado de 42.5 millones de pesos. Estas propiedades fueron adquiridas en poco menos de tres años.

Cinco años antes, el exsecretario de Seguridad Pública Federal vivía con su familia en Cedros número 120, en la colonia Paseos del Sur, Delegación Xochimilco, una zona de clase media. Según la declaración patrimonial del protagonista de este sensacional programa, en mayo del 2008 tenía adeudos por 10.4 millones de pesos y ahorros por 137,000 pesos con un ingreso anual de 3.8 millones de pesos, de los cuales gastaba en la manutención de su familia 1.3 millones al año. Lo cual significa que el monto de sus precitadas propiedades -detectadas en el 2009- equivaldría a 17 años de su sueldo libre de los gastos de manutención familiar.

¿Qué cualidad mágica poseen los funcionarios públicos mexicanos para hacer tan prósperas sus finanzas personales? Hasta ahora no lo sabemos. Es cuestión de seguir votando por ellos para que el día menos pensado trasladen sus dones prodigiosos para hacer florecer el dinero del erario.

Miami

En vista de que, hasta ahora, ninguna de nuestras cámaras que han sobrevolado las propiedades del ingeniero García Luna han captado imágenes de seres humanos al interior de las mismas, trasladaremos nuestro equipo de transmisiones a la ciudad de Miami, ya que tenemos información de buena fuente que nuestro hombre después de una oscura trayectoria a la cabeza de la que será recordada como la policía más corrupta de todos los tiempos piensa en un placentero retiro con sol, arena y mar.

A través de su esposa Linda Cristina Pereyra, García Luna creó en marzo del 2011 la empresa Restaurantes & Beverage Operador Los Cedros LLC. La compañía que está a nombre de la esposa del ingeniero pretende ser una sucursal gringa del Café Los Cedros que éste instaló en la calle Cedros No. 1 en Xochimilco, cerca de su casa de cuando era jodido.

Exitoso empresario, García Luna también es dueño de la sucursal del mismo Café Los Cedros en Cuernavaca, Morelos, a una cuadra de la Torre Altitude, donde operaba Arturo Beltrán Leyva, extraña coincidencia.

Pero dejemos a un lado los datos irrelevantes porque en este momento recibimos una señal de video desde la propiedad de la familia García Luna Pereyra situada en Causeway, North Bay Village, una isla localizada en una de las zonas más privilegiadas de Miami Beach, en Biscayne Bay, donde abundan las residencias y los condominios de lujo frente al mar.

Una de nuestras unidades electrónicas nos envía la señal donde vemos a don Genaro gozando del sol y la belleza de este paradisiaco lugar. Pero hay peligro porque un comando armado hasta los dientes se acerca adonde el ingeniero descansa plácidamente.

¿De dónde salió el comando? Probablemente se trata de algunos de los múltiples enemigos que Genaro durante 12 años de poder se echó encima. Pueden ser enviados del Ejercito o de la Armada, instituciones a las que les faltó al respeto institucional. Tal vez sean gente mandada por un capo al que el ingeniero traicionó.

Habrá que reconocer que Genaro García Luna como guionista y director de escena de sus montajes es congruente y leal a lo prometido. El comando está a unos metros de su ubicación y el exsecretario toma una claqueta -una plancha de madera que sirve para anotar los datos de una toma cinematográfica, en la parte de arriba una bisagra conecta y permite el juego de una placa de menor tamaño que hace un ruido para sincronizar el sonido-. Con el implemento de cineasta en la mano, espera a los hombres armados. En la claqueta se lee: Asesinato de Genaro García Luna. Toma 1. Suena un golpe.

Se oye el tableteo de las AK 47, un cuerpo lleno de plomo yace en el suelo. Los asesinos huyen. La cámara se acerca al muerto. Para sorpresa de los televidentes no son los despojos del ingeniero. El occiso no es otro que Heriberto Lazcano, alias El Lazca, el jefe de Los Zetas, cuyos restos mortales andaban perdidos. Un letrero indica: Cuando maten al Chapo, aparecerá mi cadáver.

Nota imprescindible

Salvo algunos arrebatos de la imaginación y una que otra mamonería, la información veraz de la crónica que usted leyó salió de los libros Los Cómplices del Presidente, Los Señores del Narco y México en Llamas, así como de las crónicas que la autora, la valiente periodista, Anabel Hernández, publicara en Reporte Índigo.

Oí por ahí

Si ponen imágenes de muerte en los paquetes de cigarrillos para que dejemos de fumar; ¿por qué no ponen ilustraciones de niños obesos en las envolturas de los alimentos chatarra? ¿Por qué no ponen figuras de animales -conejos, cobayas, ratas- torturados en los productos cosméticos? ¿Por qué no ponen fotos de víctimas de conductores ebrios en las botellas de cerveza y licores? ¿Por qué no ponen fotos de políticos sinvergüenzas y deshonestos en los formatos para pagar impuestos?

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